miércoles, 6 de abril de 2011

No llegan. Ha finalizado Marzo y no han llegado. ¿Se habran perdido cruzando Africa? No creo que los vencejos puedan perderse asi, de repente, un año cualquiera. Seguramente llevan cientos, miles de años haciendo el mismo recorrido. Pero, ¿y si esta generacion ha decidido no volver? Porque algun dia, en un tiempo que ya no recuerda ninguno de ellos, empezaron a viajar aqui. Y algun dia dejaran de hacerlo, nada dura para siempre. Ojala vengan un año mas.

domingo, 3 de octubre de 2010

Llevaba esperandoles varios dias; marcharon al principio del verano y daba por hecho que volverian.

Hoy, los servicios meteorologicos pronosticaban lluvia aqui, junto al lago y esta mañana al salir a comprar el periodico he visto como llegaba el otoño.
Y un cormoran aleteaba pesadamente sobrevolando el lago.

¿Quien ha traido a quien? ¿El cormoran al otoño o el otoño al cormoran?

martes, 6 de julio de 2010

El lejano fragor del incendio de la estrella
propicia esta noche plana.

Es la hora del insomne, hermetico calor y echado sobre la cama
comparecen pensamientos inconexos, neutros.

Casi sin sensaciones presiento el final y el principio.

Cuando el estertor agonico de la estrella.

miércoles, 23 de junio de 2010

Un grito agudo y alado.
Un latigazo negro frente a mis ojos a modo de saludo. ¿O sera una amenaza?

Cada mañana los vencejos descienden de sus aereos dormideros y vienen a mi. Salgo a la terraza y alli estan, surcando el cielo a velocidades inverosimiles. Afanandose, ¿en que? ¿Cazan? ¿Juegan?

Alzo mi mano.
Inmediatamente me ven (¿me recuerdan?) y vienen en medio de un griterio que quiero pensar es de saludo. Y hacen vuelos meteoricos frente a mi cara. Y aun a esa velocidad distingo los tenues grises en medio del negro que les cubre.

Y sonrio.

miércoles, 20 de enero de 2010

Se mueve el invierno.

Diciembre y Enero aliados en el frio y la nieve, la lluvia y el hielo.
Avanza el año desbocado, arrollando las horas y los dias; no da tregua el tiempo. Y golpea, y avasalla, y zarandea nuestros cuidados propositos. Y nos desbarata.

¿Donde quedo el otoño? ¿Donde las expectativas?

lunes, 7 de diciembre de 2009

Esta mañana, enredado el pueblo en la niebla y sonando la lluvia en las ventanas, me he sentido acogido por la montaña.
Acogido por la dehesa y el pinar. Acogido por el granito.

Y las cuatro rosas blancas siguen atentas en mi balcón. Y ya es Diciembre.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Lienzos azules, azules, azules.
Arropan, enredan, ocultan, estos dias de otoño.

Lienzos desdeñados, desoidos, inutilmente temidos.

Flotando tremulos entre el cielo y el mar, llevando la ausencia de noticias tan lejos, tan cerca.
Y el silencio desasosegado del mundo. Y el estancamiento de las respiraciones.

Y la conclusion.

Lienzos azules.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Iba a decir que en mi balcón hay cuatro rosas blancas que bajo el temporal de Noviembre se mantienen, humildemente, desafiantes.



Y entonces han caído en mi mano estos dos cristales de hielo.

Y he pensado que, quizá, las cuatro pequeñas rosas no estaban desafiantes, sino expectantes ante la llegada de la belleza del invierno.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Cada brizna de aire helado,
cada acícula de pino,
cada insecto que hiberna bajo la hojarasca de otoño.

Niegan la soledad.

Cada noche de alcohol y amigos,
cada hijo, cada padre,
cada niña que corre sobre la hierba.

Niegan el fracaso.



Si supieras que no existe el fracaso.
Si supieras que no existe la soledad.

martes, 20 de octubre de 2009

Hace frío ahí afuera.

Llueve sin parar desde hace varias horas y las nubes están tan bajas que sólo se veían, antes de anochecer, las primeras hileras de pinos del bosque.

Suena tristemente un violín en la radio, acogido en la meláncolica profundidad del sonido del cello.

Voy a cenar.

sábado, 17 de octubre de 2009

El frío de Octubre ha comenzado a fijarse a las paredes de las casas de la sierra.
Se adivina el olor de la nieve en el aroma de pinos; ¿o serán mis deseos?

Hoy vendrán los amigos y el vino de Toro y un cocido maragato obrarán de nuevo el sortilegio del amor.

Expectativas.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

¿Es sacrificio intentar alcanzar la cima del Karakorum con las manos y los pies congelados?
¿O es placer?

¿Es sufrimiento dejar de respirar dos minutos para observar de cerca una colonia de diminutos pólipos naranjas en la entrada de una cueva submarina?
¿O es placer?

¿Es dolor perder la tranquilidad por empeñarse en ser libre?
¿O es vivir?

sábado, 12 de septiembre de 2009

Sólo es una mañana de un sábado de transición; de transición estacional y emocional.

Pero algunas veces, esos momento sin trascendencia, sin entidad, mudan inesperadamente y se convierten en tan vívidos e intensos que colocan con violencia tu corazón al borde de algún abismo.

Leo en el periódico las palabras escritas por un chaval de 24 años tres días antes de ser fusilado:

"Por esta hermosa cárcel todo sigue tranquilo y sin nada digno de mención, los compañeros de Hontoria y yo seguimos estupendamente y con una salud formidable... a ver si para San Cosme, nos podemos gastar juntos las 17 pts que me mandáis ahora..."

Salomón se llamaba el chico.

Mientras, escucho cantar a Miguel Ríos:

"... en el parque, la armonía del momento se hace luz, nos regala una sonrisa el firmamento, y la puesta de sol se hace amor..."

Y las lágrimas me aplastan.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Corriendo al amanecer

He vuelto a correr al amanecer.

He vuelto a escuchar mis pasos por las calles vacías del pueblo. La luz amarilla de las farolas en la calle de la iglesia, los altos abetos de las casas de piedra del barrio de la estación. Y al fondo, dejando llevar la mirada por la línea de la calle de la Fuente, el monte Abantos en penumbra por encima de los árboles de la última colonia de chalets.

El silencio y la sombra de esta hora primera han sido violentados por el estruendo y los estridentes destellos ambarinos de un camión de la basura.

Lamentable; y sin embargo tan esencial.

martes, 1 de septiembre de 2009

Lamento de verano

Una de esas noches de verano en que te gustaría saber levitar para evitar el contacto incluso con la sábana bajera; en que te gustaría poder alejarte de tu propio cuerpo para escapar a su calor.

Y llega el amanecer destilando lentamente algunas gotas de frescura. Las piernas y los brazos señalando cada uno de los puntos cardinales de la cama. Ya está en la calle la luz de la mañana y se escucha a lo lejos, como en una bruma sónica, la llamada de un tren.

Sosiego al amanecer.

Y entonces la voz de una mujer comienza una letanía de reproches y lamentos, en un crescendo que culmina con un latigazo, ¡Estoy hasta los cojones! Y vuelta a comenzar la retahíla de quejas y recriminaciones hasta alcanzar de nuevo el estribillo, ¡Estoy hasta los cojones!

Y así hasta cuatro veces en la madrugada, hasta hacernos entender a todos los de la calle que está hasta los cojones de alguien.

Y quién no, me pregunto.

lunes, 31 de agosto de 2009

Noche de fiestas

El estampido de los fuegos artificiales, los bailes en la plaza Mayor, las estridentes risas de los adolescentes. Un murmullo sordo, lejano, más allá de las ventanas de mi casa mientras yo me entrego al sueño.

Y duermo.

Y en la noche, en esta noche de fiestas, alguien ha robado los pequeños rosales de mi balcón.

¿Se pueden robar las flores?

jueves, 27 de agosto de 2009

Duermevela

Duermevela de amanecida en verano:

Interludio perezoso despojado de ropa y responsabilidad.

Pensamientos irreflexivos, luminosos, obscenos, insensatos, alegres, audaces, lunáticos, dichosos, indecentes.

Interludio de pensamientos felices.

martes, 25 de agosto de 2009

Aromas de lluvia

Es la primera lluvia del final del verano.

Las nubes arropan las cimas de la sierra y parece algo nuevo, no visto. Cae la lluvia apaciblemente para traer recado del advenimiento de la siguiente estación.

Y levanta de la tierra un revoltillo de aromas que la esperaban desde los dias más largos de Julio.
Huele a tomillo y a encinas y tambien a hierbas muertas. Huele el pinar y el espliego y las arizónicas de los chalets.

Tiempo de cambio; como todos.

domingo, 23 de agosto de 2009

Fucsia y verde

Esta floreciendo la escarcha.

Pequeñas anémonas de color fucsia sobre el tapiz verde carnoso.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Despertar

Esta mañana, al despertar, el sol aun estaba en la raya de la montaña. Qué bien huele el aire de la sierra tras otra cálida noche de Agosto.
Avanza el verano.

Por mi calle esta pasando una máquina limpiadora que no logra acallar las canciones de los vencejos. Y el mezquino perrillo de los vecinos de enfrente sigue gruñendo desde su balcón a todo el que pasa por debajo.

El silencio de la casa y los peces esperándome ansiosos en la superficie del acuario, subrayan la quietud y el bienestar de esta hora fronteriza.