lunes, 31 de agosto de 2009

Noche de fiestas

El estampido de los fuegos artificiales, los bailes en la plaza Mayor, las estridentes risas de los adolescentes. Un murmullo sordo, lejano, más allá de las ventanas de mi casa mientras yo me entrego al sueño.

Y duermo.

Y en la noche, en esta noche de fiestas, alguien ha robado los pequeños rosales de mi balcón.

¿Se pueden robar las flores?

jueves, 27 de agosto de 2009

Duermevela

Duermevela de amanecida en verano:

Interludio perezoso despojado de ropa y responsabilidad.

Pensamientos irreflexivos, luminosos, obscenos, insensatos, alegres, audaces, lunáticos, dichosos, indecentes.

Interludio de pensamientos felices.

martes, 25 de agosto de 2009

Aromas de lluvia

Es la primera lluvia del final del verano.

Las nubes arropan las cimas de la sierra y parece algo nuevo, no visto. Cae la lluvia apaciblemente para traer recado del advenimiento de la siguiente estación.

Y levanta de la tierra un revoltillo de aromas que la esperaban desde los dias más largos de Julio.
Huele a tomillo y a encinas y tambien a hierbas muertas. Huele el pinar y el espliego y las arizónicas de los chalets.

Tiempo de cambio; como todos.

domingo, 23 de agosto de 2009

Fucsia y verde

Esta floreciendo la escarcha.

Pequeñas anémonas de color fucsia sobre el tapiz verde carnoso.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Despertar

Esta mañana, al despertar, el sol aun estaba en la raya de la montaña. Qué bien huele el aire de la sierra tras otra cálida noche de Agosto.
Avanza el verano.

Por mi calle esta pasando una máquina limpiadora que no logra acallar las canciones de los vencejos. Y el mezquino perrillo de los vecinos de enfrente sigue gruñendo desde su balcón a todo el que pasa por debajo.

El silencio de la casa y los peces esperándome ansiosos en la superficie del acuario, subrayan la quietud y el bienestar de esta hora fronteriza.

sábado, 15 de agosto de 2009

Tardes de Agosto II

Hay otras tardes de Agosto, a la hora de la siesta, en que el calor, al desvanecer el mundo, desvanece con él tu tristeza.
Y en el sueño, las despedidas funden su aspereza con el alborozo de los encuentros.
Y el ácido de la soledad se alambica hasta convertirse en almíbar.

Hay un tiempo para el desconsuelo y otro tiempo para el gozo, pero siempre es tiempo para la libertad.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Tardes de Agosto

Algunas tardes de Agosto, a la hora de la siesta, parece que el mundo ha dejado de andar.

Algunas tardes de Agosto, a esa misma hora, no me importaría que eso hubiera sucedido.